¿A qué llamamos normalidad ?

Con frecuencia escuchamos el clamor por el “retorno a la normalidad” significando con ello el estado de cosas antes de febrero de 2020 cuando arribó el Covid-19 con sus efectos devastadores.

Conectividad en dos frentes, máxima prioridad

"No dejar a nadie atrás significa no dejar a nadie desconectado", afirmó el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres. En nuestro entorno, esta sentencia se aplica principalmente en dos frentes, de un lado a la conectividad virtual, cuya importancia conocíamos aún antes de la pandemia pero ella ha probado su trascendencia; también a la conectividad que posibilitan las vías terrestres por donde transitan personas y mercancías. En una y otra tenemos severas deficiencias que urge resolver porque solo así será posible sacar adelante proyectos dirigidos a reactivar la quebrantada economía regional.

La contratación pública, una tragedia nacional

Cada día y desde casi cualquier rincón del país, escuchamos sobre múltiples contratos con el sector público cargados de irregularidades. Aún aquellos que responden a licitaciones ampliamente divulgadas y otras mucho menos conocidas, resulta que fueron estructurados en “pliegos chaleco” a pesar de que existan parámetros claros, y así surgen numerosos requerimientos que dilatan los procesos. Luego, cuando se adjudican, aparecen evidencias de que los favorecidos no cumplían los requisitos, porque la firma seleccionada tenía problemas legales, estaba inhabilitada o era una empresa de fachada; los supuestos competidores actuaron a manera de cartel y concertaron previamente sus ofertas, o acordaron que solo se presentara un oferente; la capacidad económica no les daba para contratar la multimillonaria suma prevista, o la gente que subcontrataron para la ejecución no era idónea, etc., etc.

Repudio a todo tipo de violencia

Todo tipo de violencia es repudiable, y es lamentable que precisamente cuando se conmemoraba el Día de la Mujer y se denunciaban las múltiples formas de violencia y discriminación que enfrentan en nuestro país, haya sido un grupo de mujeres el que opta por vandalizar la Catedral de Ibagué y otros monumentos y escenarios del centro de la ciudad.

¿Avanzamos en equidad de género?

Según proyecciones del Dane para 2020, la población de Colombia llega a 50.3 millones de habitantes, de los cuales 51.17% son mujeres. A su vez, el potencial electoral asciende a 36.602.752 personas y de éste el 51.57% son mujeres; esto, en teoría, podría significar un peso importante de las mujeres en la decisión de elegir congresistas y gobernantes, mujeres y hombres, genuinamente comprometidos con la equidad de género y en general con la democracia y la justicia social. Observamos, sin embargo, que en 2018 las mujeres elegidas al Congreso conforman solo el 19.7%; así, actualmente del total de 278 parlamentarios solo 55 son mujeres (32 Representantes y 23 Senadoras). A su vez, del total de 32 gobernadores solo dos son mujeres (6.1%) y entre los 1099 alcaldes elegidos solo 132 (12%) son mujeres.

Ciudadanía y Democracia

Escuché un audio que circula por las redes sociales que me impactó de manera especial, es de nuestro paisano y destacado escritor William Ospina, y a él me refiero aquí porque cuanto dice no solo es absolutamente cierto sino, además, muy pertinente para el momento. Por ello, con su permiso transcribo algunos párrafos: “No creo que Colombia esté mal porque tenga guerrilleros, paramilitares ni políticos corruptos; Colombia está mal porque no tiene una ciudadanía capaz de ponerle freno a todo esto. Una ciudadanía capaz de creer que la democracia significa el poder de los ciudadanos, la voluntad de los ciudadanos y la capacidad de decidir de los ciudadanos. Nos hemos pasado toda la vida diciendo que nuestra dirigencia es torpe, ignorante y mezquina, pero seguimos votando por ella. Seguimos dejándonos manipular por ella, seguimos arrastrados por ese discurso y en el fondo convencidos de que hay unos cuantos ungidos que son los únicos que tienen el derecho de administrar este país, que son los únicos que tienen la capacidad de entender este país y el país cada vez está más mal”.

Angela Merkel, un ejemplo formidable

Alemania, la mayor potencia europea, un país con 83 millones de habitantes fue dirigido por Angela Merkel, elegida como su Canciller en 2005 y reelegida en forma sucesiva, culmina su mandato en 2021 y fue ella quien no aceptó postularse para un nuevo periodo.

Kamala Harris, algo más sobre su trayectoria (II)

En columna anterior me referí a Kamala Harris la nueva vicepresidente de USA, y al impacto de su carisma, que considero tuvo un gran peso en su elección por Biden y lo tendrá en la ardua tarea que enfrentan. Ahora comparto sobre otros aspectos que interesa conocer para entender mejor cómo logró llegar tan lejos. Estos se relacionan especialmente con su ascendencia de padres inmigrantes de origen afro-asiático, su ejercicio profesional y su condición de mujer.

Kamala Harris y su carisma, un atributo que pesa

Posiblemente entre quienes observan el caso de Kamala Harris, la nueva vicepresidente de los Estados Unidos, lo que más llama su atención es que sea la primera mujer en llegar a ese cargo y, además, su origen afro-asiática; y es que estas características la hacen excepcional. Pero hay otros elementos que deben destacarse para entender mejor por qué llegó tan lejos. Veamos aquí algunos de esos rasgos que a mi juicio tuvieron especial peso; de otros más nos ocuparemos luego.