Las cosas han cambiado: El Rey no pudo venir pues su salud y su prestigio han menguado a la par de la capacidad económica de España y Portugal. Es más, el príncipe y Rajoy vinieron a Panamá en procura de apoyo de los países suramericanos a las afugias de la economía ibérica.

Tan solo hacían falta unos pequeños incentivos para que
floreciera la creatividad y el ingenio de la región, que en su
gesta hará olvidar las civilizaciones de Tebas, Atenas, Florencia, París (de Luis XIV y La Ilustración) y hasta Silicon Valley.

Realmente se erosiona la cacareada majestad de la justicia al ver a dos jueces de garantías, tres secretarios de juzgado, cinco funcionarios judiciales y hasta un estudiante en práctica involucrados en el tinglado. El país dolido espera que ante la contundencia de las pruebas acopiadas haya pronta y cumplida justicia.

Con urgencia la niña fue trasladada a un hospital militar en su país y puesta bajo custodia para evitar otro atentado. La brutal acción produjo una reacción mundial que no cesa y que aumenta en la medida en que se conoce el temple de la joven.

Los catastróficos efectos también fueron calculados y agrupados. De esos, 18 billones de pesos provinieron del narcotráfico, 10 billones de pesos de la minería ilegal y, el resto, de la corrupción.

Sobre el ELN es bien sabido que son expertos en el tira y afloje y son varias las oportunidades en las que pese a los avances todo vuelve al punto de partida, ante la indecisión de los cabecillas del grupo guerrillero, intentos en los que han participado numerosos gobiernos y no pocas comisiones de diversos sectores del país.

La tragedia del Edificio Space en el barrio El Poblado de Medellín es solo un eslabón más en la cadena de siniestros ocurridos en las laderas de la capital de Antioquia a lo largo de los años.

Pese a todos esos avatares la región y su capital continúan contando con el espíritu indomeñable de su gente que sabe sobreponerse a toda contingencia y que no renuncia al espacio que le corresponde en la vida nacional. Bienvale la pena luchar por esas esperanzas y posibilidades para que algún día se concreten.

El Gobierno y el poder judicial no pueden permanecer impasibles ante tan aberrante desafío y es inexplicable la tardanza para poner coto a tantos crímenes y abusos.

Son muy pocos los elementos que concitan el fervor popular en Colombia, por lo que es reiterada la queja que señala que la nación carece de un propósito común, de un objetivo claro o una meta que involucre a todos.