El sirirí del desempleo
Con total franqueza confieso que me resulta exasperante leer u oír cada mes y por decenas de años, o igual, por cientos de meses, que Ibagué “lidera” u ocupa el segundo o tercer lugar en desempleo y, ahora desagregado y más grave aún, el desempleo de la juventud y la mujer y, además, que la tasa de informalidad (se ve en la calle) excede, por muchas décimas, la de regiones gestionadas con decoro e idoneidad y donde sus líderes enfrentan el mal desde su raíz, con sesudos análisis de causalidad y estrategia y asumiendo tareas concretas, quehacer que, como lo confirma el mismo desempleo, los tolimenses nunca asumimos en serio.